En este libro de Pierre Guiraud nos invita a conocer no sólo el comunicarnos, el como se comunica el exterior con nosotros, es un libro realmente claro y sencillo, el autor no busca palabras rebuscadas, al contrario en todo momento hace muy fácil el camino de comprender o el saber más sobre los símbolos, y sus diferentes significados o significantes.
Del Libro:
Se repiten las mismas palabras, los mismos gestos, se cuentan las mismas historias, lo que la torna una comunicación absurda, insoportable para la persona extraña pero eufórica para el sujeto que participa, para el que se siente aludido, y que se vuelve penosa a partir del momento en que ese sujeto se aparta de ella.
Los cantos, las danzas, las marchas tienen por objeto movilizar a los participantes al unísono, al mismo paso, al mismo ritmo, y su contenido sémico es secundario.
El signo es siempre la marca de una intención de comunicar un sentido.
Las culturas antiguas o prelógicas ven en el mundo visible mensajes del más allá, de los dioses, de los antepasados y la mayor parte de sus conocimientos y de sus conductas se basan en la interpretación de esos signos.
Los códigos científicos responden a dos grandes funciones: Clarificar y calcular, origen de la distinción en dos grandes tipos, taxonómicos y algorítmicos y operacionales............esas ciencias poseen sistemas de notación ideogramáticos que además tienen la ventaja de ser internacionales.
El psicoanálisis confirmó el valor de numerosos símbolos y considera a los sueños como una comunicación efectiva del inconsciente.
La psicosomática admite actualmente que la enfermedad puede ser un modo de comunicación y en particular corresponder a perturbaciones y a una importancia de comunicar normalmente.
La experiencia poética profunda con frecuencia inconsciente e infable se expresa en el manejo de códigos culturales (y de variantes culturales) que son sistemas de signos estructurados y cuyos modelos se encuentran en los mitos, los ritos, las artes adivinatorias.
Las ciencias y las artes, tal como han sido definidas anteriormente, tienen por objeto comunicar al receptor humano una experiencia propia al emisor y en la cual el primero no esta directamente implicado.
Los juegos al igual que las artes, expresan arquetipos culturales que tienen raíces profundas en el inconsciente colectivo o individual.
Comencemos por saber que vivimos entre los signos y a darnos cuenta de su naturaleza y de su poder. Esta conciencia semiológica podrá convertirse, en el futuro, en la principal garantía de nuestra libertad.
Del Libro:
Se repiten las mismas palabras, los mismos gestos, se cuentan las mismas historias, lo que la torna una comunicación absurda, insoportable para la persona extraña pero eufórica para el sujeto que participa, para el que se siente aludido, y que se vuelve penosa a partir del momento en que ese sujeto se aparta de ella.
Los cantos, las danzas, las marchas tienen por objeto movilizar a los participantes al unísono, al mismo paso, al mismo ritmo, y su contenido sémico es secundario.
El signo es siempre la marca de una intención de comunicar un sentido.
Las culturas antiguas o prelógicas ven en el mundo visible mensajes del más allá, de los dioses, de los antepasados y la mayor parte de sus conocimientos y de sus conductas se basan en la interpretación de esos signos.
Los códigos científicos responden a dos grandes funciones: Clarificar y calcular, origen de la distinción en dos grandes tipos, taxonómicos y algorítmicos y operacionales............esas ciencias poseen sistemas de notación ideogramáticos que además tienen la ventaja de ser internacionales.
El psicoanálisis confirmó el valor de numerosos símbolos y considera a los sueños como una comunicación efectiva del inconsciente.
La psicosomática admite actualmente que la enfermedad puede ser un modo de comunicación y en particular corresponder a perturbaciones y a una importancia de comunicar normalmente.
La experiencia poética profunda con frecuencia inconsciente e infable se expresa en el manejo de códigos culturales (y de variantes culturales) que son sistemas de signos estructurados y cuyos modelos se encuentran en los mitos, los ritos, las artes adivinatorias.
Las ciencias y las artes, tal como han sido definidas anteriormente, tienen por objeto comunicar al receptor humano una experiencia propia al emisor y en la cual el primero no esta directamente implicado.
Los juegos al igual que las artes, expresan arquetipos culturales que tienen raíces profundas en el inconsciente colectivo o individual.
Comencemos por saber que vivimos entre los signos y a darnos cuenta de su naturaleza y de su poder. Esta conciencia semiológica podrá convertirse, en el futuro, en la principal garantía de nuestra libertad.