El libro es fácil de leer, muy entretenido, no busca para nada enredarnos en fechas históricas, simplemente narra de forma muy pintoresca como se pudo formular un engaño, que de haberse sabido en el momento, hubiese causado pena y vergüenza a los miembros de una familia y al causante del engaño probablemente la muerte o el destierro. En la trama se desarrolla entre fiestas y espectáculos haciendo ver, que algunas personas tienen mantienen un vacío en sus vidas que buscan llenar en el sexo y en el alcohol ese espacio, que es prácticamente un hoyo negro. La amistad que nace entre en un judío y un católico permite que oraciones, lugares, y rituales entren hacer parte del escenario en donde se mueve el relato. Quizás la parte más bonita es cuando Tibor entra a una Sinagoga y se da cuenta que no hay tanta diferencia, y que lo que se busca es rezar y comunicarse con lo sagrado, con el Creador y tener una linea de oración, que sea un vínculo fuerte que ayude.
En el relato quizás el protagonista tácito sea el AJEDREZ, se van enseñando diferentes formas de jugar, inclusive como visualizar las piezas e ir formulando diferentes jugadas. Recordando que el juego ciencia, es un deporte rey.
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